domingo, abril 16, 2006















CAPÍTULO 7. Despertares
Son las diez y hoy el día va a ir bien.

Me despierto a las diez de la mañana con una luz tenue que entra por la ventana. Además he abierto los ojos sin la ayuda de ningún utensilio. Es magnífico cuando a estas horas te despiertas por tu cuenta. Simplemente no tienes mas sueño y te vas despertando poco a poco. Y a esto hay que añadirle la luz que entra. Una luz cálida y blanca. De esas con las que, como si fueses un hombre del tiempo, sabes que te espera un día caluroso con pocas nubes y con algún que otro banco de niebla en la meseta septentrional. Un día a los que yo llamo azul.
En estos días, adoro despertarme poco a poco y encender la radio después de un par de sueños en los que soy consciente de todo, en los que tejo las tramas y donde no hay duda que yo soy el héroe. Después de tentar a la fase inicial del sueño pongo en el dial un programa matinal destinado exclusivamente a música. Me gustan los programas locales. Ponen todo tipo de música y de vez en cuando sale algún oyente de avanzada edad llamando al programa para preguntar por una tontería de la que se podía enterar perfectamente en la peluquería o para que le expliquen el tarot. A pesar de ello el momento y sus reacciones son geniales. Seguramente como es gente de mis calles me hace más gracia.
Esta señora se parece a doña Aurelia, habla como ella, y de repente dice: - pos si eso dice mi horóscopo mejor que baje ahora mismito al parque a por un buen mozo. Aunque mas canas de las que he echado me parece que ya... hoy no cocino yo, ya verás guapa. –
Definitivamente es doña Aurelia.
Es lunes y no tengo porque preocuparme. Todo funciona bien y el señor Lorenzo se va a encargar de renovarme las pilas.
Ducha con máxima calma y después de unas semanas de fresco recuperamos el pantalón corto y las niponas. Tampoco va nada mal lo de ponerse los tejanos durante un par de días. Hacía tiempo que no los tocaba.
Y mientras me cambio suena esta canción: “Hace calor, hace calor, yo estaba esperando que cantes mi canción…”
La cosa va bien.
Suena el timbre.
Sea quien sea, hoy me va a disfrutar.

(A mis chicos. Para que algún día nos despertemos de un modo parecido, en un lugar distinto, en un lugar anhelado, con buenas playas, con buenas olas y con buenas mujeres.
Sabiendo que la cosa va bien. )

jueves, abril 06, 2006

CAPÍTULO 6.0 Llegada a meta

Qué tiene de divertido ser mayor? Qué tiene de divertido tener responsabilidades?
A menudo nos autoengañamos pensando que ciertas cosas nos acercan la felicidad. Pensamos que tenemos sueños y que nuestra vida gira entorno a ellos. Crecemos, estudiamos, vamos a la universidad, encontramos un buen trabajo, y pensamos que es por una razón. Cuando en realidad no es por nada. Goebbles decía que si repetías una mentira mil veces se acababa convirtiendo en verdad. En una sociedad como lo actual, donde no se sabe distinguir entre lo que es veraz y lo que es falso, parece que cada vez buscamos los argumentos más simples y llanos. Los que no acarrearan ninguna insuficiencia a nuestro, ya débil de por sí, cerebro. Y uno bien sencillo es el de creer que todo lo que estamos haciendo es porque tenemos que tener una vida apacible y confortable que sólo podremos lograr si tenemos una carrera de cuatro o cinco años; con unas notas decentes que nos permitan entrar en un buen bufete, con una facultad que nos proporcione una lista de contactos considerable; con una competencia desleal y eliminando enemigos por allí donde pasamos.
En realidad nadie tiene ningún sueño. Dejamos de soñar cuando crecemos.
La naturaleza es sabia e intenta prevenirnos de ello. De pequeños las capacidades intelectuales son mayores. El cerebro de un niño pequeño es como el de una esponja y es capaz de asimilar una cantidad de datos que sería impensable de hacer una vez superados los diez años. Por no hablar de los veinte. El cerebro absorbe, pero la vida no le proporciona unos elementos capaces de ampliar sus ansias de conocimiento o de incentivar las sensaciones. La vida tal y como la concebimos proporciona elementos incoherentes que limitan el intelecto humano.
Se dice que muchos progresos en el campo científico jamás se podrán realizar porqué necesitan unos estudios diferentes a los que los hombres y las mujeres han realizado a lo largo de toda su vida. Se trata de una retrospectiva que devuelva la visión científica a unos orígenes, que permita reanudar el camino en otra dirección. Una dirección que permitirá abrir nuevas perspectivas.
Si se pudiese tomar un nuevo rumbo en la concepción de la vida quizás las personas serían más felices. La felicidad se suele asociar a una serie de metas. Y si estas no se consiguen alcanzar, jamás se obtiene una felicidad absoluta.
Pues bien, ya va siendo hora de reconsiderar las metas.

sábado, abril 01, 2006


CAPÍTULO 5. EL NUEVO DECRETO

Soy el presidente de la República. He conseguido una mayoría absoluta aplastante. Incluso los propios candidatos de la oposición tuvieron minutos dubitativos ante las urnas el día de la participación electoral. La clave de mi éxito, el tiempo que he elegido para saltar al campo de la política. Una ciencia que se encontraba desgastada por el mal uso que estaban haciendo de ella. Los segmentos que hace tres décadas resultaban ser decisivos para decidir entre uno de los dos partidos preponderantes habían cambiado. Y lo habían hecho precisamente por aquellas generaciones que veían atónitos como los partidos que se veían obligados a votar, no conseguirían arrancarles una sola ilusión, no conseguirían dotarles de una mínima brizna de esperanza a lo largo de sus mandatos.
Yo les reflejaba y me eligieron confiando que yo les cambiaría las vidas. Y he aquí que me encuentro en mi despacho, después de la investidura pensando en cual va a ser mi primer decreto. Y ya lo tengo preparado. Llevaba mucho tiempo ideándolo y el lunes que viene, en el congreso, se aprobará sin problemas. Sólo espero que las consecuencias no sean devastadoras y que el ejército no tenga que salir a la calle.

Será el decreto 01.28.2026. DÉCRETO DE FELICIDAD INAMOVIBLE 08-12.

El presidente de la República instaura en la Constitución el decreto de Felicidad Inamovible 08-12, por el cual todos los ciudadanos de la República tendrán que actuar bajo su normativa. Dicho decreto obliga a actuar entre las 8 horas de la mañana y las 12 horas de la mañana, de lunes a sábado según una serie de directrices que citamos a continuación.

  • 1. Sonrisa reluciente cada mañana. Sólo las personas que puedan justificar mediante una confirmación del médico su estado depresivo o de anomalías similares, podrán estar exentas del acto. El estado se comprometerá a mejorar gratuitamente las sonrisas de todas aquellas personas que lo soliciten.
  • 2. Buenos días o saludos parecidos serán obligatorios de realizar con todo el mundo que se cruce en las diferentes trayectorias viales realizadas.
  • 3. La buena vestimenta será obligatoria. El estado se encargará de subministrarla a todas aquellas personas que por problemas económicos no puedan permitírsela.
  • 4. Se tildará a las horas establecidas por el decreto como “MORNING HAPPY HOURS”, bajo las cuales se tendrán que tener en cuenta una serie de circunstancias en todos los lugares con sus correspondientes causa - efecto. 4.1. Las empresas tendrán prohibido despedir personal en esta franja horaria.
    4.2. Las empresas estarán obligadas a celebrar una fiesta matutina una vez al mes para relajar a su personal
    (Consultar decreto de elementos obligatorios que una empresa debe tener en su espacio de trabajo. Tal como futbolines, billares, camas inchables…).
    4.3. Aquellas personas que durante mas de dos minutos no le quiten el ojo a otra persona ser verán obligadas a darle su número de teléfono, acompañado de una frase elegante para poder citarse con ella en otra ocasión y siempre que la otra persona acceda a ello. Si no se dispone de frases elegantes el Estado se encargará de instruir con cursos especializados a dichas personas.
    4.4. SE IRÁ INSTAURANDO NUEVO REGLAMENTO A MEDIDA QUE AVANCE EL MANDATO Y DESPUÉS DE COMPROBAR CON ENCUESTAS REGLAMENTARIAS QUE EL ÍNDICE DE FELICIDAD POR PERSONA AUMENTA NOTABLEMENTE.